-vamos mocoso, por qué no te largas de aquí –le
dijo otro chico, lo cual hizo que se enfureciera
-¿a
quién le dices mocoso pedazo de imbécil? –rápidamente
se sulfuro y se acercó al sujeto que le dijo eso, era el que me tenia
abrazada, se acercó y lo comenzó a
retar con la mirada, el tipo me soltó y
también lo enfrentó, estaban a punto de
golpearse cuando se escucho otra voz que le gritaba a nuestro defensor
-hey pete déjalos
ya, no quiero que te pelees
-será
mejor que le hagas caso a el otro mocoso –le dijo
el tipo al chico que ahora sabía
que su nombre era pete, rápidamente
se enojó el otro chico al escuchar que también
le habían dicho mocoso
-¿Cuál es tu problema imbécil? –le dijo molesto y dejando su estuche de guitarra en el suelo
-ya vámonos
Fred, son unos mocosos no hay que hacerles daño –dijo
el tipo que tenía a mi hermana acorralada
-creo que tienes razón,
mejor vámonos
- ¿ahora
se van? Son unos cobardes –les
decía pete muy molesto
-ya pete déjalos
que se vayan –le decía su compañero
-pero Sav, son unos imbéciles
-ya que se vayan –grito
mi hermana harta de esa situación,
pronto vimos como se fueron alejando los sujetos sin decir más, fue entonces cuando les dimos las
gracias a los chicos por habernos defendido
-se los agradecemos mucho –les
dije sonriente
-no hay problema, a mi me molesta ver a tipos como esos
molestando a chicas –dijo
pete
-bueno pues muchas gracias otra vez pero debemos irnos –les dije encaminándome hacia la acera de enfrente
-pero no nos hemos presentado –nos dijo el otro chico que no dejaba de mirarme de manera extraña
-bueno pues yo me llamo Noelle, y ella es mi hermana Layla –les dije apuntando a mi hermana que
estaba impaciente a media calle
-bueno pues yo me llamo Pete y el es Rick, pero todos le decimos
Sav –nos dimos un apretón de manos y le grite a mi hermana
para que se acercara a saludar
-tenemos que irnos ya Noelle –dijo
bastante alterada
-tú
querías venir ¿no? Así que ahora aguántate
–le dije molesta
-¿y
por donde viven? –nos
pregunto Pete
-no muy lejos de aquí –contesté
-pero ya es tarde –nos
dijo Sav que miraba su reloj de mano, y si en efecto ya eran las 12:20
-si que lo es, por eso ya debemos irnos –dijo mi hermana, tomo mi mano y me
comenzó a jalar
-¿no
gustan que las acompañemos?
–nos preguntó Pete
-no gracias, no queremos causarles molestias, de todas maneras
no vivimos tan lejos –dijo
mi hermana que ya estaba desesperada por irse
-pero para nosotros no es molestia de verdad
-creo que mi hermana tiene razón, de todas maneras muchas gracias, adiós –dije cortante y dándoles
la espalda forzadamente por los jalones que me daba mi hermana para que
comenzara a caminar, ni siquiera dimos chance de que se despidieran los
chicos
-¡oye
Layla vasta deja de jalarme! –le
dije después de que me llevara 2 cuadras de esa
manera
-es que no quería
que nos siguieran –dijo
temerosa y mirando hacia atrás
para ver si no venían
-eso sí, a
mí también me dio algo de miedo, pero Pete y Sav parecen ser buenas
personas
-¡son
los peores Noelle! ¿Ya
se te olvido lo que paso con Derek? Tú
insistías que parecía buena persona, ¡y qué paso! Que casi abusa de ti –me
dijo bastante molesta y a la vez asustada, y pues en realidad tenía razón, habíamos
tenido tantas malas experiencias con esa clase de chicos que decidimos no volver
a cruzar palabra con ningún músico amateur de clubes, aunque algo
me decía que esos chicos eran diferentes,
quizás nunca los íbamos a volver a ver, quizás sí. Al llegar a la casa subimos más o menos de la misma manera que habíamos bajado, tratamos de hacer el
menor ruido posible para no despertar a nadie del vecindario y sobre todo a
papá, entramos a nuestra habitación y
nos recostamos en nuestras camas, mi hermana rápidamente se quedó dormida, yo me quede unos segundos despierta
con la mirada fija en la luna que se podía
ver claramente a través
de las cortinas blancas de la ventana, recordaba una y otra vez el rostro de Pete, había algo en él que me llamo la atención bastante, aunque no le presté mucha atención a mis pensamientos, después de un rato me quedé dormida.
A la mañana
siguiente desperté
algo sobresaltada, miré el reloj y vi que eran alrededor de las 10:00 a.m. así que me levanté como de rayo
creyendo que era día
de escuela, pero olvidé que era sábado
-¿Qué diablos te sucede Noelle? –me gritó mi hermana molesta por
despertarla con el ruido que hice
-perdón Layla,
creí que era día de escuela –me senté en la silla del tocador algo
confundida
-maldición Noelle,
es la tercera vez que te pasa esto –se
levanto muy molesta y se metió al
baño, yo seguí ahí tallándome
los ojos cuando escuche unas voces que provenían de afuera así
que de inmediato me asomé por la ventana y vi a unos chicos que se encontraban
a mitad de la calle platicando con un tono de voz tan fuerte como si quisieran
que todos en la calle se enteraran de lo que decían, al principio no le tomé importancia, me giré y le di la
espalda a la ventana pero cuando escuché que a uno lo llamaron Pete voltee de
inmediato para verlos con más
claridad y me llevé la sorpresa de que en efecto era el mismo Pete que habíamos conocido la noche anterior,
sentí un escalofrió, mire a otro de los chicos y vi que
era Rick, el otro no lo reconocí, estaba
tan hundida en mis pensamientos de cómo
rayos los volví a ver a fuera de mi casa, me
preguntaba en donde vivían,
me preguntaba tantas cosas cuando mi hermana salió del baño y
pegó tremendo grito que me sacó un buen susto
-¡a
quien miras!
-Layla, me asustaste, dije agitadamente y volviéndome a ella
-dime a quien miras –insistió
-pues… -me limite a decir, entonces ella me hizo a un lado y
miró por la ventana y al ver a Pete y Rick se sorprendió más
que yo, comenzó a gritar como loca pensó que nos habían seguido la noche anterior y por eso estaban afuera
de la casa, tanto era el escándalo de mi hermana que hizo voltear a los chicos, lo
cual nos hizo escondernos debajo de la ventana, pero ya era tarde pues nos habían
visto.
Jajajajajaja no inventes esa.Layla es una mamada, le habría dado un codazo por el mega oso.
ResponderEliminar