07

-hola –era Pete, me saludó sonriente

-hola Pete, pasa –le dije haciéndome a un lado

- oh no, no quiero que tus padres me miren feo –dijo tímidamente

-no te preocupes, nomás estamos mi hermana y yo –dije sonriente, él se sorprendería y aceptaría entrar, saludó a mi hermana y nos sentamos en la sala

-¿Dónde están sus padres? –me pregunto mientras miraba una foto familiar de los cuatro cuando Layla tenía 5 y yo 7 años

-pues… mi madre murió hace años y mi padre de seguro que está trabajando –miré el piso, me sentía muy mal al no tener a ninguno de los dos cerca como todo el mundo

-lo siento por tu madre –me tocó el hombro

-gracias –puse mi mano sobre la de él

-¿en que trabaja tu padre? –preguntó

-pues en lo único que se puede trabajar aquí en Sheffield, en una fábrica de sol a sol –dije suspirando y mirando por la ventana

-ya veo, también mi padre trabaja en una fábrica, y un amigo mío –me dijo serio

-y ¿A dónde iremos? –le pregunté tratando de cambiarle el tema

-oh pues iremos a comprar algo para mi guitarra –me dijo sonriente

-pues vámonos –me levanté y tomé mi chaqueta

-¿ya se van? –pregunto mi hermana que seguía desayunando

-si Layla, más tarde vuelvo –me despedí de ella al igual que Pete

-si no me encuentras cuando regreses es que me fui por ahí –me grito cuando yo ya estaba más afuera que adentro

-esta niña –refunfuñé

-¿pasa algo con ella? –preguntó Pete

-no nada es solo que me preocupa a veces, sabes siempre quiere andar de un lado a otro, también yo no lo niego pero ella mas –le dije sin mirarlo

-no te preocupes todos somos así a su edad –me dijo sonriente. Salimos de mi casa y nos fuimos al centro de Sheffield a comprar las cosas que Pete ocupaba para su guitarra, unas cuerdas y una púa. Era tan gracioso me la pase muy bien con él, de regreso llegamos y nos sentamos en el césped de un parque que estaba entre mi casa y la de él para seguir platicando

-y ¿llevas mucho tocando? –le pregunté

-pues sí, ya llevo muchos años –me miró sonriente

-vaya, yo he intentado tocar pero soy un desastre –me reí

-¿Por qué lo dices?

-es que soy torpe con mis dedos –miré mis manos y el las tomaría

-claro que no, es solo cuestión de practica –me decía mientras las acariciaba lentamente, eso me produjo un escalofrió que se sintió bastante bien y que me hizo suspirar, después de varios segundos se levanto

-espérame aquí, no te vayas ya regreso –me dijo para después irse corriendo hasta su casa, vi como entró, y suspiré y me quedé arrancando tiras de pasto, en eso escuché que de nuevo se acercaba con una guitarra acústica

-¿y eso? –lo mire extrañada

-es una guitarra –me dijo mientras se sentaba de nuevo

-ya lo sé, no soy tonta pero ¿para que la traes? –vi como comenzaba a afinarla y después empezó a dar unos acordes hasta terminar tocando una de mis canciones favoritas “i’m only sleeping” de The Beatles, tenía una voz muy linda y yo como boba mirándolo –tocas y cantas muy bien –le dije sonriente y el reiría

-gracias pero hay mejores –dijo tímido –te toca –me dio la guitarra

-¿Qué? No yo no puedo… -me insistió

-anda, es fácil y yo te ayudaré – tomé la guitarra y me la acomodé, no sabía ni agarrarla, que vergüenza me dio, me estuvo enseñando lo básico pero mis torpes dedos se resistían a aprender –si practicaras todos los días lograras dominarlo –yo sonreí

-me encantaría saber tocar

-entonces yo te enseñaré, ¿Qué te parece si todos los días nos vemos en este parque para practicar? –me preguntó entusiasmado, la idea me agradó, pues lo vería a diario

-pues si no es molestia para ti… si me gustaría –dije tímidamente

-no es ninguna molestia, al contrario… bueno pues ya está, todas las tardes nos veremos aquí –me guiñó el ojo, en eso escuchamos a alguien que nos hablaba

-¡Pete! ¡Noelle! –ambos volteamos y vimos a Sav caminando hasta donde estábamos nosotros

-¿Qué hay Sav? –lo saludó Pete, él no se veía tan feliz

-hola Pete, ¿vas a ir a ensayar? –le preguntó de mala gana

-pues sí, ¿pasa algo? –lo miró extrañado por su comportamiento

-no me pasa nada –me miró- ¿tocas la guitarra? –me preguntó al verme con la guitarra de Pete

-oh no, no es de Pete, me estaba “enseñando” –dije entre risas y él se reiría conmigo, me miro unos segundos fijamente a los ojos, eso me incomodó demasiado