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Poco a poco abría los ojos, estaba aturdido por la anestesia, toda su familia estábamos con él y él nos miraba sin saber que había pasado

-hijo estas bien, descansa –su madre le decía mientras acariciaba su cabello

-¿Qué paso? –dijo casi sin poder hablar

-¿no lo recuerdas? Tuviste un accidente pero ya estás bien –el señor Allen lo miraba con ternura

-¿Miriam cómo está? –preguntó de inmediato

-está bien, casi no le pasó nada, la dieron de alta ayer –le decía mi hermana mientras acomodaba su cobija

-¿Por qué no siento mi brazo? –Rick de inmediato había sentido una sensación de vacío en esa parte de su cuerpo

-hijo, tuvieron que cocerte el brazo –le decía su padre, entonces Rick entraría en pánico y comenzó a gritar y a llorar, entonces su madre llamaría a una enfermera para que le diera algo, también el doctor entró para hablar con él, fue muy duro en sus palabras como todos los doctores, pero era necesario para Rick, para que se diera cuenta que la vida no es un juego y que en cualquier momento te puede pasar algo.

Fueron días difíciles para Rick, yo me la pasaba con él todos los días pues era la única que tenía un poco de más tiempo, su madre me acompañaba también casi todos los días. Habían pasado 3 días y Rick no tenía sensación en su brazo izquierdo, se sentía extraño y el doctor pronto notaría que comenzaba a amoratarse, tenía mucha fiebre que no cedía con medicina así que tuvo que tomar decisiones drásticas no sin antes consultarlo con sus padres

-¿de verdad que no hay otra alternativa? –la madre de Rick preguntaba

-lo siento señora pero ya probamos con antibióticos y no le funciona, la infección está avanzando y el cuerpo de Rick rechazó su brazo, si no lo retiramos la infección correrá a su cuerpo y corre el riesgo de morir

-doctor haga lo que tenga que hacer, pero salve a mi hijo –el señor Allen le decía al doctor que de inmediato pidió el quirófano para operar de nuevo a Rick

-¿Qué paso? –pregunté

-le van a quitar el brazo, su cuerpo lo rechazó y tiene una fuerte infección –sentí que todo se me nublaba y cuando desperté estaba en una camilla con Layla a un lado de mi

-¿estás bien? Hermana no me asustes así –me decía Layla mientras me tomaba de las manos

-estoy bien, es solo que estoy muy preocupada por lo que le va a pasar  a  Rick –miré el techo deteniendo el llanto

-lo sé me acaban de decir, en este momento lo están operando –se quedó pensativa –y tú tienes que comer y dormir, tu desmayo no solo fue por la impresión, estas descompensada –mi hermana me miraba molesta

-perdón es que a veces no me da hambre y por tratar de bajarle la fiebre a Rick con paños húmedos me desvelaba toda la noche –me levantaba poco a poco en eso una enfermera me detendría

-no se levante señorita, le vamos a poner un suero –yo sentí miedo pues las agujas no me agradaban mucho pero no pude hacer nada para evitarlo, me tenían con suero y con comida de enfermos en una camilla como si estuviera enferma, Layla asustó a Sav diciéndole que estaba hospitalizada y el de inmediato fue a verme

-¡Noelle! ¿Qué te pasó? –me miraba desconcertado, también los demás chicos que habían venido al hospital

-nada, es solo que me descompensé un poco –le sonreí y lo tomé de las manos, el me miraba fijamente

-no me asustes así, suficiente tenemos con Rick para que tu también estés en el hospital –se acercaba para abrazarme y besar mi frente

-gracias por preocuparte por mi Sav –el me miraría

-me preocupo porque me importas mucho Noelle, si te llegara a pasar algo yo me moriría –lo miré fijamente a los ojos por unos segundos

-¿aun sientes algo por mi Sav?

-no he dejado de sentirlo desde que te vi por primera vez en aquel bar donde por poco las violan a ti y a tu hermana –comencé a reír

-ya no lo recordaba –dije entre risas

-yo nunca lo voy a olvidar, ese día mis ojos te vieron por vez primera –me miraba de una manera que hacía que mi piel se erizara

-Sav… yo… -puso su dedo índice en mis labios para silenciarme

-no digas nada, dejemos que este momento dure más tiempo –poco a poco se acercó a mi hasta que sus cálidos labios tocaban los míos, era la primera vez que Sav me besaba y puedo decir que fue una sensación que nunca había sentido ni con el maldito de Pete ni con Steve Harris, me dejé llevar y correspondí su beso, nos besamos hasta que entraron mi hermana y los demás al cuarto en donde estaba

-¡hey pillines! ¿Qué hacían? –Layla gritaba mientras que los demás trataban de disimular sus sonrisas picaras

-¡Layla que te pasa! No vuelvas a entrar así –la miré con molestia

-es que solo venía a decirte que Rick ya Salió de la operación y que está bien

-qué bueno, ahora solo falta que me quiten este maldito suero para poder ir a verlo –decía mientras miraba como el goteo del suero era más lento que nada

-tranquila, ya podrás ir a verlo –Sav me tranquilizaba

-si lo sé –lo miré algo apenada por lo que había pasado momentos antes

-bueno los dejamos en lo que estaban –Joe decía mientras tomaba a Layla de la mano y salían del cuarto dejándonos solos de nuevo

-perdón –Sav se disculpaba

-¿Por qué?

-por haberte besado –dijo sonrojado

-no digas tonterías, no pasa nada –le sonreí y él a mi

-espero que esto no cambie nuestra amistad

-claro que no Sav, al contrario –dije precipitadamente

-¿al contrario? –preguntó extrañado

-no nada olvídalo –me sonrojé

-espero que algún día podamos ser más que amigos –me miraba tiernamente mientras tomaba mi mano

-tal vez –le sonreí y vi como en sus ojos se reflejaba la ilusión de querer estar conmigo, era una idiota por buscar el amor en otro lado teniéndolo en frente de mí todos estos años.