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-de acuerdo, ahí estaremos, llevaré a Tony y a Sav para que también te escuchen

-bien pues ahí los esperaré –dijo sonriente para después irse cada uno a su casa

-maldito Pete, no ha llegado al parque –le decía a mi hermana mientras me asomaba por la ventana de mi casa

-te lo dije Noelle, él solo quiere jugar contigo –yo la miré muy molesta

-¡cállate! él sería incapaz de hacer algo así –ella no me dijo nada solo suspiró y se fue dejándome sola en mi angustia de que mi hermana tuviera razón, me decepcioné mucho al no verlo llegar pero yo nunca me imaginé que él estaba en casa de Joe escuchándolo tocar. Tocaba bien la guitarra, pero cantaba mucho mejor, y eso fue exactamente lo que le dijeron

-estuvo bien Joe –dijo pete sonriente

-gracias, si quieren les toco algo de Hendrix –estaba a punto de tocar cuando lo detuvieron

-digo que estaba bien pero la voz –él no entendía lo que le decían

-pero toco la guitarra –dijo el extrañado

-pues la tocas como un cantante –dijo Sav

-mira Joe, también estamos buscando a un vocalista, tú decides si te unes o no–dijo Pete mirando a Sav y a Tony, ambos asintieron con la cabeza, Joe lo pensó un poco y después aceptó

-está bien, cantaré con ustedes –dijo sonriente, todos se alegraron de que por fin tuvieran un cantante -¿Cómo nos llamaremos? –pregunto Joe

-Atomic Mass –dijo Pete pero a Joe no le agradaba mucho

-no te preocupes, buscaremos algo mejor –dijo Sav, entonces Joe les diría el nombre perfecto

-yo llevo mucho tiempo pensando en un nombre para la banda de mis sueños –dijo Joe algo emocionado– Deaf Leopard 

-podría ser, es bueno –dijo Pete

-muy bueno –dijo Tony

-pues entonces así será, Deaf Leopard –dijo Sav

-esperen, creo que sonará mejor Def Leopard –agrego Pete

-¿Def Leopard? –Se quedó Joe pensativo -¡ya lo tengo! Será Def Leppard. A todos les agrado mucho el nombre, entonces así se llamarían. Ese día en la tarde iría a buscar un lugar donde ensayar y lo único bueno y barato que encontraron fue una bodega abandonada y  vieja donde hacían cucharas anteriormente

-bien pues, para iniciar creo que está bien –dijo Pete mirando el lugar

-pues si –dijo Sav resignado

-será algo pasajero en lo que encontramos algo mejor –dijo Tony

-eso esperamos todos –agrego Joe. Y ese algo pasajero fueron varios meses, ensayaban ahí todos los días y casi 3 horas al día, Joe los exprimía mucho, el tocaba la guitarra y cantaba, Pete seguía tocando la guitarra, Sav se pasaría a tocar el bajo y Tony seguiría con la batería. Era sábado y teníamos un mes de no verlos desde que fuimos a casa de Sav y comenzábamos a preocuparnos, pues no los veíamos en ningún pub ni en ningún lado, pero ese día tendríamos noticias de ellos.

-oye, ¿estas segura de que papá te dijo que vendría temprano hoy? –le pregunté a mi hermana, pues nos había llamado para decirnos que llegaría temprano

-pues eso fue lo que me dijo, a menos que algo más se le atraviese –me dijo ella algo enfadada

-pues esperemos que no –le dije, ambas veíamos el televisor junto a Rex, estábamos bastante aburridas, en eso sonó el teléfono y Layla  corrió a contestarlo

-¿bueno? Pero… está bien… si… si lo se… cuídate… adiós –su expresión fue triste al colgar

-¿Quién era? ¿Por qué pusiste esa cara? –me acerqué a ella

-era papá –miró el piso, vaya otra vez no vendría

-ya no me digas más que me enojaré bastante –crucé mis brazos y me senté de nuevo en el sillón

-una vez más nos quedaremos solas –dijo mi hermana molesta –vamos a algún lugar –trataba de evadir la tristeza

-pero… ¿A dónde? –en realidad ahora si traía ganas de salir a donde sea

-no se Noelle, por ahí pero menos aquí –me dijo, entonces acepté le dije que iríamos a un café que acababa de conocer, le entusiasmó la idea y de inmediato fuimos a arreglarnos. Cuando salimos de casa escuché que unos chicos se acercaban, no los miré pues buscaba las llaves para cerrar la puerta

-Noelle… -me susurro mi hermana

-espera, deja encuentro las malditas llaves –dije sin mirar

-¡Noelle! –me grito fuerte, entonces voltearía molesta

-¡espérate Layla! Ya te dije que… -me detuve al ver a los chicos parados afuera de nuestra casa

-hola señoritas ¿A dónde van? ¿O de dónde vienen? –dijo Pete gracioso

-pues vamos, a ir a un… café –dijo mi hermana sonriente. Vi que con ellos estaba un chico que yo jamás había visto, y era muy guapo, demasiado diría yo