-eso espero Pete por que a ella no quiero que la lastimes
-no me digas
que… ¿te gusta Noelle? –comenzó a reír Pete
-no es eso, es
solo que a ella no Pete, ella no es como las demás –dijo Sav mirando el piso
-pues quién
sabe, entonces ¿Por qué aceptaría salir conmigo antenoche a un bar? llegó a su
casa como a las 2 y una muchachita buena
no hace esas cosas –dijo entre risas y Sav ya no dijo nada, aunque él seguía
presintiendo que yo no era así
¡Como haz
estado mujer! –me abrazó fuertemente Rick
-bien Rick,
extrañándote horrores –lo miré sonriente y acomodando su cabello, tenia los
risos mas definidos que hubiese visto, a Rick lo conocíamos desde que éramos
unos niños pues su madre y la mía eran muy amigas desde la escuela y Rick y yo
nos hicimos muy buenos amigos, también mi hermana pero siempre hubo un apego
mas especial entre nosotros a pesar de que él era de la edad de Layla
-también yo te
extrañé muchísimo Noelle –me abrazó de nuevo
-y ¿Qué dice
la batería? –le pregunté, él tocaba la batería en un grupo con su hermano
-pues creo que
eso quedará atrás –dijo algo serio
-¿Qué dices?
No Rick tu tocas bastante bien, no puedes dejar de tocar –le dije pues era
demasiado bueno para tener tan solo 15 años, que se esperaría dentro de mas
años
-gracias
Noelle, tu siempre has sido mi fan –dijo gracioso y yo lo abracé
-eres un
tonto, si no te quisiera tanto ya te hubiera roto la cabeza por tus
presunciones –dije entre risas
-no te
atreverías –me retó
-¿a no? –quise
golpearlo pero el me detendría y me mordería la mano, yo grité y comencé a
reír, él me volvería a abrazar y me levantaría para darme de vueltas, sabía
perfectamente que eso no me gustaba –Rick bájame ya sabes que no me gusta –pero
él se negó, entonces escucharíamos una voz
-¡niños! –Rick
se detuvo y me bajó
-señora Allen
–me acerqué a saludarla, era la madre de Rick que se había convertido también
en una madre para nosotras
-¿Cómo estas
pequeña? ¿Y tú hermana? –la buscó con la mirada
-no pudo venir
–mentí
Pues
salúdamela mucho y dile que venga, quiero verla también
-claro que sí,
yo le diré –sonreí
-Rick ya te he
dicho que no me gusta que trates así a tu amiga, sabes perfectamente que a ella
no le gusta que la levantes así –dijo la señora entre risas yo solo mire a Rick
y le saque la lengua -¿te quedas a comer? –me preguntó
-claro –dije
sonriente, quería estar en donde fuera menos en casa con Layla escuchando de
nuevo “Pete no te conviene”. Entramos y nos sentamos en la sala, olía bastante
bien, vi que se acercaba el hermano de Rick, Robert
-tu que niña
fea –me dijo casi sin mirarme, al parecer llevaba algo de prisa
-oye Robert
¿Qué manera es esa de saludar? –le dijo su padre molesto, no lo había visto,
estaba sentado en el comedor leyendo el periódico, de inmediato lo salude
-señor Allen,
¿Cómo esta? –me acerque
-bien Noelle,
¿y tu? ¿Tu padre? ¿Cómo están?
-bien, todos
bien, ya sabe mi padre trabajando como siempre –dije resignada
-no me gusta
nada que Stuart descuide así a sus hijas –dijo la señora Allen sin mirarnos
-ni a mi –dijo
el señor Allen mirándome algo conmovido con nuestra situación
-no se
preocupen, estamos bien y hay una vecina que nos cuida muy bien –aunque no
fuera cierto, pues siempre estábamos solas
-como me
encantaría adoptarlas, siempre he querido una hija y si son como ustedes seria
fabuloso –dijo la señora Allen abrazándome fuertemente
-no mamá, yo
no quiero una hermana como ellas, me golpean y me maltratan –dijo Rick con cara
de asustado, y todos reímos
-no seas así
Rick, ellas serian incapaces de hacerte daño –dijo su madre
-no estés tan
segura –dijo Rick guiñándome un ojo. Él podía maltratarme todo lo que quisiera
y yo a él, pero si alguien mas lo hiciera nos defendíamos a capa y espada, por
lo menos yo mataría por él, o daría mi vida por el bienestar de Rick, lo quería
muchísimo y si algo malo le pasara me moriría. Esa tarde comí con ellos y me la
pasé como pocas veces me la he pasado y ya que era algo tarde decidí irme a
casa
-espero que no
te desaparezcas tanto –me dijo Rick en la puerta ya para irme
-te prometo
que ya no será así, trataré de venir más seguido y tu deberías hacer lo mismo
–lo miré fingiendo molestia, me abrazó y besó mi cabeza
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