miércoles, 13 de diciembre de 2017

14


-eso espero Pete por que a ella no quiero que la lastimes
-no me digas que… ¿te gusta Noelle? –comenzó a reír Pete
-no es eso, es solo que a ella no Pete, ella no es como las demás –dijo Sav mirando el piso
-pues quién sabe, entonces ¿Por qué aceptaría salir conmigo antenoche a un bar? llegó a su casa como a las 2 y una muchachita  buena no hace esas cosas –dijo entre risas y Sav ya no dijo nada, aunque él seguía presintiendo que yo no era así
¡Como haz estado mujer! –me abrazó fuertemente Rick
-bien Rick, extrañándote horrores –lo miré sonriente y acomodando su cabello, tenia los risos mas definidos que hubiese visto, a Rick lo conocíamos desde que éramos unos niños pues su madre y la mía eran muy amigas desde la escuela y Rick y yo nos hicimos muy buenos amigos, también mi hermana pero siempre hubo un apego mas especial entre nosotros a pesar de que él era de la edad de Layla
-también yo te extrañé muchísimo Noelle –me abrazó de nuevo
-y ¿Qué dice la batería? –le pregunté, él tocaba la batería en un grupo con su hermano
-pues creo que eso quedará atrás –dijo algo serio
-¿Qué dices? No Rick tu tocas bastante bien, no puedes dejar de tocar –le dije pues era demasiado bueno para tener tan solo 15 años, que se esperaría dentro de mas años
-gracias Noelle, tu siempre has sido mi fan –dijo gracioso y yo lo abracé
-eres un tonto, si no te quisiera tanto ya te hubiera roto la cabeza por tus presunciones –dije entre risas
-no te atreverías –me retó
-¿a no? –quise golpearlo pero el me detendría y me mordería la mano, yo grité y comencé a reír, él me volvería a abrazar y me levantaría para darme de vueltas, sabía perfectamente que eso no me gustaba –Rick bájame ya sabes que no me gusta –pero él se negó, entonces escucharíamos una voz
-¡niños! –Rick se detuvo y me bajó
-señora Allen –me acerqué a saludarla, era la madre de Rick que se había convertido también en una madre para nosotras
-¿Cómo estas pequeña? ¿Y tú hermana? –la buscó con la mirada
-no pudo venir –mentí
Pues salúdamela mucho y dile que venga, quiero verla también
-claro que sí, yo le diré –sonreí
-Rick ya te he dicho que no me gusta que trates así a tu amiga, sabes perfectamente que a ella no le gusta que la levantes así –dijo la señora entre risas yo solo mire a Rick y le saque la lengua -¿te quedas a comer? –me preguntó
-claro –dije sonriente, quería estar en donde fuera menos en casa con Layla escuchando de nuevo “Pete no te conviene”. Entramos y nos sentamos en la sala, olía bastante bien, vi que se acercaba el hermano de Rick, Robert
-tu que niña fea –me dijo casi sin mirarme, al parecer llevaba algo de prisa
-oye Robert ¿Qué manera es esa de saludar? –le dijo su padre molesto, no lo había visto, estaba sentado en el comedor leyendo el periódico, de inmediato lo salude
-señor Allen, ¿Cómo esta? –me acerque
-bien Noelle, ¿y tu? ¿Tu padre? ¿Cómo están?
-bien, todos bien, ya sabe mi padre trabajando como siempre –dije resignada
-no me gusta nada que Stuart descuide así a sus hijas –dijo la señora Allen sin mirarnos
-ni a mi –dijo el señor Allen mirándome algo conmovido con nuestra situación
-no se preocupen, estamos bien y hay una vecina que nos cuida muy bien –aunque no fuera cierto, pues siempre estábamos solas
-como me encantaría adoptarlas, siempre he querido una hija y si son como ustedes seria fabuloso –dijo la señora Allen abrazándome fuertemente
-no mamá, yo no quiero una hermana como ellas, me golpean y me maltratan –dijo Rick con cara de asustado, y todos reímos
-no seas así Rick, ellas serian incapaces de hacerte daño –dijo su madre
-no estés tan segura –dijo Rick guiñándome un ojo. Él podía maltratarme todo lo que quisiera y yo a él, pero si alguien mas lo hiciera nos defendíamos a capa y espada, por lo menos yo mataría por él, o daría mi vida por el bienestar de Rick, lo quería muchísimo y si algo malo le pasara me moriría. Esa tarde comí con ellos y me la pasé como pocas veces me la he pasado y ya que era algo tarde decidí irme a casa
-espero que no te desaparezcas tanto –me dijo Rick en la puerta ya para irme

-te prometo que ya no será así, trataré de venir más seguido y tu deberías hacer lo mismo –lo miré fingiendo molestia, me abrazó y besó mi cabeza 

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