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Era una tarde soleada, de las muy pocas que existían en Londres, un buen día para salir a un parque o a un lugar abierto para tomar un poco de sol y eso lo aprovechó bien Adrian pues llevó a mi hermana Layla a Hyde Park

-es la primera vez  que entro a este parque –ella decía sonriente mientas miraba todo el entorno

-¿de verdad? Mira pues qué bueno que te traje a que lo conocieras –Adrian trataba de ocultar su nerviosismo, a pesar de que parecía un chico rudo que tocaba en una banda de heavy metal era muy tímido cuando se trataba de chicas

-sí, te agradezco pues me está relajando mucho ver los paisajes –decía Layla con algo de enfado

-¿pasa algo? –ambos se sentarían bajo un árbol

-estoy por terminar el semestre

-¿Qué estudias? –se interesó Adrian

-fotografía –lo miró sonriente

-vaya, que interesante, si te sirvo de algo podrías fotografiarme a mí –le decía Adrian mientras posaba

-no digas tonterías, aunque pensándolo bien me gustaría dedicarme a ese tipo de fotografía, como me gusta mucho la música sería bueno trabajar en algo que me gusta –miraba hacia el piso mientras hacía una mueca

-suena interesante, y aquí en Londres tendrías muchos grupos para practicar

-lo sé, además es un ambiente en el que me sentiría a gusto –le sonreía

-¿de verdad? No pareces el tipo de chica que le gusta salir –Layla reiría fuerte

-pues aunque no lo parezca, antes cuando vivíamos en Sheffield mi hermana y yo solíamos ir a pubs y lugares donde habían grupos tocando

-vaya esto sí que es una sorpresa –Adrian se interesaba cada vez más en mi hermana, nunca había conocido a una chica como ella pues todas las chicas que conocía en los clubs solo eran chicas huecas sin metas en la vida que solo buscaban un revolcón con un músico

-entonces creo que me sentiría en mi ambiente si hago mi trabajo en lugares así –decía ella entusiasmada

-pues si gustas puedes empezar con nosotros, a nosotros nos serviría y a ti también –ambos sonreirían

-me gustaría mucho

-y ¿no dejaste algún novio en Sheffield? –cambiaba de tema Adrian

-no, en Sheffield no queda nada –Layla cambiaba por completo su semblante pues le había vuelto a la memoria Joe, nunca le llamó, así que lo dio por terminado

-¿no en Sheffield? Ósea que está en otra parte –Adrian era listo, Layla lo miró de golpe

-no es nada importante, de hecho creo que nunca lo fue –bajó su mirada y Adrian levantó su rostro mientras la tomaba por el mentón

-parece que si es importante –Adrian la miraba tiernamente

-bueno fue alguien que en realidad creí importarle pero se fue y nunca supe de él, aunque prometió llamarle nunca lo hizo, debe de andar por ahí gozando su fama con otras chicas –dijo ella con enfado

-¿De casualidad no es alguien de Def Leppard?

-¿Cómo supiste?

-Sheffield, alguien famoso, no sé simplemente lo intuí –Adrian sonreía

-bien tu ganas, es Joe Elliott, ese… ese idiota nunca volvió a buscarme

-bueno no está bien que lo diga pero ¿no crees que están muy ocupados y que a lo mejor no ha podido llamarte por alguna razón?

-tal vez, pero si realmente le importara como él me decía mínimo una sola vez me hubiera buscado –ella se cruzaba de brazos, realmente se veía molesta

-tal vez tienes razón, ¿él sabe que estas en Londres? –mi hermana sintió un escalofrío

-no, y la verdad no me gustaría que lo supiera –Adrian no siguió con el tema, sacó lo que quería saber y aunque tenía sus dudas sabía que Layla estaba soltera, se propuso en conquistarla y hacer que se olvidara de Joe

Steve y yo habíamos decidido ir a una cafetería en el centro de Londres, el lugar tenía un estilo rock & roll de los años 50s, el piso de domino, una rockola, asientos rojos y uno que otro con forma de chasis de carros de los años 50s, nos sentamos y pedimos nuestras bebidas, no sabíamos cómo romper el silencio hasta que él lo hizo

-¿quieres escuchar algo? –se levantaba y se dirigía a la rockola que estaba muy cerca de nosotros

-lo que quieras está bien –le decía sonriente, entonces el comenzaría a escoger una canción, fue entonces cuando comenzó a sonar Locomotive Breath de Jethro Tull, me quedé unos segundos paralizada pues ese grupo me encantaba y no podía creer que a Steve también, entonces volvería a sentarse algo sonriente

-¿te gusta? –me preguntaba por la canción

-¿y a quien no? –dije 

-es uno de mis grupos favoritos

-¿de verdad? También es uno de mis favoritos

-¿en serio? Vaya, al parecer tenemos mucho en común –me miraba sonriente fue entonces que llegarían nuestras bebidas

-sabes, me pareces alguien muy interesante y no sé porque –dije cohibida

-es la primera vez que alguien me dice algo así –me miraba desconcertado

-perdón –los nervios me estaban traicionando

-¿Por qué me pides perdón? –me miraba extrañado

-no nada olvídalo –me sonrojaba y trataba de cambiar el tema, fue entonces que miré el bolsillo de su chamarra de piel, salía algo que parecía un libro -¿Qué es eso? –pregunté

-oh es poesía –me decía sonriente mientras sacaba un pequeño libro

-¿te gusta leer eso? –me parecía algo extraño que un chico de cabellos largos que viste con cuero y toca en una banda de metal leyera poesía, me parecía algo ridículo

-sí, ¿tiene algo de malo? –me miraba serio

-no nada es solo que es raro en alguien… olvídalo –le sonreí tontamente

-descuida, todo mundo me dice lo mismo, que no va conmigo pero es algo que disfruto mucho –decía mientras miraba las hojas del pequeño libro de manera satisfactoria

-¿puedo verlo? –me interesé

-¡claro! Si quieres te lo presto para que lo leas –me decía mientras tomaba el pequeño libro que decía “rima del anciano marinero por Samuel Taylor Coleridge”

-nunca me he interesado en la poesía –decía dudosa si tomar prestado su libro

-deberías interesarte, es algo fascinante –había algo en sus palabras que me hacían querer conocer más

-¿Por qué te gusta?

-me inspira a escribir canciones, yo leo mucho, leo lo que sea pero principalmente sucesos históricos y poesía, eso me ayuda a escribir canciones, de hecho creo que escribiré algo relacionado con este poema, la historia me gusta mucho

-nunca había escuchado a un músico que se inspirara en la literatura tanto como tú –lo miraba sonriente mientras guardaba el libro en mi bolso, definitivamente lo leería

-es una gran fuente de inspiración

-ya veo –definitivamente era un chico completamente distinto a lo que había conocido, descubrí que además de ser amante de la literatura le gustaba el dibujo, la mitología e historia y claro, lo que no podía faltar en todo hombre británico, el amor al futbol. Nuestra tarde fue muy amena, era la primera vez que salía con un chico que me contaba cosas de real interés y eso fue lo que terminó por gustarme más de él

-espero verte muy pronto –me decía Steve una vez llegando a mi casa

-ojalá, espero no perder tu contacto –decía entre risas

-descuida, estaremos en Londres una semana más, prometo que te llamaré antes de irnos de gira

-bien pues hasta luego –me giraba para entrar a mi casa y fue entonces que sentí que me tomaba de brazo y me giraba lentamente para verlo de frente

-hasta luego –me decía casi en susurro para después besarme lentamente en la mejilla muy cerca de mis labios, yo simplemente sentí que me desconecté del mundo entero, me estremecí a tal punto de que mis piernas titubearon un poco

-hasta luego Steve –dije nerviosa para entrar pronto a mi departamento, para eso mi hermana estaba parada en la sala mirándome pícaramente, la ignoré e hice como si nada hubiera pasado

-¿Cómo te fue? –me seguía curiosa

-bien Layla, me fue bien ¿y a ti? –la miré de golpe

-también bien, Adrian es un chico muy tierno –decía mi hermana en forma de suspiro, cosa que me causó risa

-te gustó –dije a secas mientas me dirigía a mi cuarto

-pues sí, no te lo niego, me gustó y a ti también te gustó Steve aunque lo niegues –no dije nada y cerré la puerta de mi recamara dejando a mi hermana hablar, era muy dura a la hora de reconocer mis sentimientos, solo dejaba que mis acciones respondieran a ese tipo de preguntas, me puse el pijama para dormir pues ya era algo tarde y mañana era día de escuela así que me metí en la cama pero antes de apagar la luz vi el libro que Steve me había prestado, lo tomé y comencé a leerlo, era una poesía fascinante, y como su título lo decía, era la historia de un anciano marinero que había quedado a la deriva en el océano y que en su naufragio vio cosas que parecían sacadas de algún libro de Lovecraft, era aterrador e interesante, al igual que Steve, el para mí era aterradoramente interesante.

Awww el #eidrian# y #stif" bien lindos en esa foto jajajaja bueno hija espero que te haya gustado el capítulo :) por cierto, ese poema es muy bueno yo lo tengo en pdf por si un día te interesaría leerlo y también Maiden tiene una canción que habla de ese poema, debo decir que es de mis favoritas <3 bueno ya me controlo jajajaja me voy no sin antes recordarte que espero una actualización de tu nove jajajaja te quieramo hija <3 <3