Después de
charlar varias horas con los chicos Steve y yo decidimos irnos no sin antes
escuchar la promesa de Rick de que nos frecuentaría más, era como un hermano
para nosotras y yo personalmente no quería perderlo. Me despedí de todos,
incluyendo Sav que fue un tanto incómodo para todos, especialmente Steve quien
no me dijo absolutamente nada durante el camino a casa hasta que estábamos a
punto de dormir
-¿aún sientes
algo? –no entendí su pregunta
-¿uuh? –le
daba la espalda así que me giré para verlo, estaba recostado boca arriba
mirando fijamente el techo
-¿aún sientes
algo por él? ¿Por Sav? –me levanté de la cama
-¿Por qué me
preguntas eso?
-quiero
saberlo –me miraba fijamente a los ojos
-Steve te lo
dije, él para mí ya no significa nada, ahora tu eres el que me importa –me
acerqué a él para abrazarlo
-de verdad que
no sé qué haría sin ti –él correspondería mi abrazo, yo no dije nada más, me
besó infinidad de veces y después de varios minutos de estar abrazados nos
quedamos dormidos.
A la mañana
siguiente Layla despertó a Adrian bastante molesta, se había quedado esa noche
en su casa por si a él se le ofrecía algo
-¡ya levántate
dormilón! –pasaba ya de las 12 del medio día
-Layla por
favor déjame en paz, me duele mucho la cabeza –se giró y tomó sus cobijas para
taparse por completo, Layla corrió las cortinas para que entrara luz y de un
jalón destapó a Adrian
-¿estás loco?
Ya levantarte, anda te voy a preparar un café para que se te quite tu dolor
–Layla le dio la espalda mientras Adrian se levantaba más a fuerzas que nada,
Layla preparaba en la cocina el café de Adrian y algo nutritivo para que
recuperara líquidos y se sintiera mejor, de pronto Adrian llegó por detrás de
ella y la abrazó fuertemente de la cintura
-te amo –dijo
de repente, Layla de momento no supo que decir, estaba aún desconcertada por haber
hablado con Joe
-Adrian hueles
a alcohol de 4 días –trató de zafarse
-perdón Layla
trataré de ser más cuidadoso a la hora de tomar –la volvió a tomar de la
cintura y ella se resistía -¿Qué te pasa? –la miró extrañado
-nada es solo
que no estoy de humor –le volteo la cara para seguir en lo que estaba, Adrian
solo la miraba fijamente
-¿pasó algo
anoche que yo no me enteré? –se quedaron en la misma postura
-nada Adrian
–dijo ella
-¿te dijo algo
Joe verdad? –De inmediato Layla dejó caer una cuchara y lo miró de golpe –eso
es, es Joe ¿cierto? –ella tartamudeó
-¿Qué dices?
Estás loco Adrian –trató de actuar normal pero sus manos la evidenciaban con un
pequeño temblor
-¿Por qué me
haces esto? –La tomó con fuerza para que lo mirara, ella se quedó en silencio
–Layla yo te amo y no me gustaría perderte
-Adrian...
-por favor –se
aferró a ella y comenzaron a besarse, era la primera vez que Layla se sentía
incomoda con Adrian, y aun así se dejó llevar por sus caricias como tratando de
buscar el mismo sentimiento de antes, fue la primera vez que hizo el amor con
él sin sentir absolutamente nada.
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